Nicanca nu xictli. Según la tradición de nuestros abuelos, en el lugar que nacemos está nuestro ombligo, siempre lo tenemos como referente afectivo, lo llevamos como impronta a lo largo de nuestra vida azarosa, algunos se desprenden con indiferencia de su tierra y otros hasta nos nacen raíces en donde vivimos. Aquí en está tierra están los huesos de mis tatarabuelos de su tatarabuelos. Muchas de mis imágenes infantiles las llevo en el corazón conmigo, las escribo, las recreo, es el escenario de mis sueños; hace muchos años pudiera haberme quedado en otro lugar, oportunidades nunca me faltaron pero siempre regrese al lugar de mi origen, bueno, me he hecho escritor hurgando en el pasado y haciendo cultura para Texcalyacac. Ojalá que les sirva para entender cada cual su estancia en la tierra, la mía es esta. Vale.