Hoy en Testigo Directo: John Gómez es uno de los miles de conductores de Uber que trabajan en la capital colombiana. Sin embargo, su trabajo también lo ha expuesto a la delincuencia, pues ha sido asaltado cuatro veces por falsos pasajeros que le han quitado su carro, un Chevrolet Spark GT modelo 2019.

El último robo ocurrió hace dos meses, cuando John aceptó un servicio cerca de su casa, al norte de la ciudad. Tres hombres se subieron al carro y lo amenazaron con armas de fuego. Lo golpearon, lo ataron, lo cubrieron con una manta y lo abandonaron en el humedal Jaboque, al noroccidente de Bogotá.

John logró pedir ayuda y denunciar el hecho ante la Policía, pero aún no ha recuperado su carro. Tampoco ha recibido apoyo de las autoridades ni de la empresa de Uber, que le exige seguir pagando el crédito del vehículo.

John no es el único caso de hurto de vehículos que trabajan con aplicaciones en Bogotá. Según la Secretaría de Seguridad, en el primer trimestre de 2024 se registraron 1.234 robos de este tipo, lo que representa un aumento del 23% respecto al mismo periodo del año anterior.

Ante esta situación, los conductores de aplicaciones han creado redes de apoyo y de prevención, que les permiten alertar sobre posibles riesgos, compartir información sobre los vehículos hurtados y coordinar acciones para recuperarlos.

La Secretaría de Seguridad anunció que se implementarán medidas para fortalecer la seguridad, como el aumento de los operativos de control, la instalación de cámaras y botones de pánico en los vehículos, y la creación de una mesa de trabajo con los representantes de las aplicaciones.

Mientras tanto, John Gómez sigue conduciendo por las calles de Bogotá, esperando recuperar su carro y su tranquilidad. A pesar de los traumas y las pérdidas, él no se rinde y confía en que algún día podrá trabajar sin miedo.