En una entrevista que es casi un reflejo de una conversación que mantuvo su madre hace casi 20 años, el príncipe Harry reveló que ya no contaba con el respaldo económico de la familia real. Tras explicar a Oprah Winfrey su situación siendo presuntamente "silenciados" y acosados por el racismo, los duques de Sussex revelaron que usan el dinero que la princesa Diana dejó a Harry tras su fallecimiento en 1997.

Desde que la pareja cruzó el Atlántico, firmaron acuerdos millonarios con empresas como Netflix y Spotify, pero afirman que ese no era el plan cuando se mudaron a Estados Unidos.

Aunque nadie está preocupado por que los duques no tengan que comer, el príncipe Harry compartió sus pensamientos sobre cuál habría sido la reacción de su madre.

Forbes señala que antes de salir del Reino Unido y retirarse de las funciones reales, el príncipe Carlos, cubría los gastos de los Sussex por valor de 800.000 dólares al año.

Además del patrocinio de su padre, el príncipe Harry recibió apoyo financiero de otros miembros de realeza. El príncipe William financió la mayoría de los esfuerzos de la familia con los ingresos del ducado de Cornualles, señala el medio. Pero lo que le proporcionó los fondos para trasladarse a Norteamérica fueron los 10 millones de dólares que su madre le dejó al morir.

Esta cifra de 10 millones de dólares varió a lo largo de los años, debido a que su difunta madre invirtió el dinero por él. Tras su fallecimiento, la cantidad fue acumulando intereses, según informa Fox News, y la cantidad se acercaba originalmente a los 8,9 millones de dólares. Finalmente, Harry llegó a tener 13 millones de dólares al cumplir los 30 años.

La princesa Diana recibió una gran suma tras su divorcio del príncipe Carlos, mientras que sus joyas, acciones y otros objetos personales constituían el resto de su fortuna, según el medio. Al morir, el patrimonio neto de Diana rondaba los 31 millones de dólares, procedentes en su mayor parte del proceso de divorcio.

Además, la propia Markle amasó alrededor de 2 millones de dólares -descontando impuestos- informó Forbes. Su fortuna proviene de su papel en el popular drama legal, Suits, así como de otros papeles en películas y espectáculos.

En cuanto a su nueva casa, los duques pusieron una cantidad de 5 millones de dólares y acordaron pagar una hipoteca de 10 millones de dólares. El medio de comunicación estimó su fortuna restante en 5 millones de dólares antes de sus enormes acuerdos con Netflix y Spotify.

Aunque el príncipe Harry recibió de su madre la totalidad de su fideicomiso al cumplir los 30 años, ya empezó a acumular dividendos anuales a los 25 años. Cosmopolitan explica que ambos hijos de Diana recibían 450.000 dólares al año, además de recibir piezas de su impresionante colección de joyas.

Él recibió 3 millones de libras tras la muerte de su bisabuela en 1994. Además, el duque de Sussex tendría que recibir una parte del fideicomiso de ocho millones de libras de la Reina madre cuando cumpla 40 años. Pero, ahora que dieron oficialmente un paso atrás, solo el tiempo dirá si él o su familia recibirán alguna vez parte de estos fondos.

Actualmente, Meghan y Harry celebraron un acuerdo con Netflix por un valor cercano a los 100 millones de dólares, según el medio. Con los impuestos y los costos de producción, es probable que no se lleven toda la suma, pero, no obstante, los Sussex no sufren económicamente.

Pero la pareja también tiene el problema de la seguridad. En Canadá, se estimó que los costos de seguridad de la pareja oscilaban entre 10 y 30 millones de dólares canadienses, según The Independent. El príncipe Carlos pagaba 4 millones de libras a seguridad británica antes de que dejaran a la familia. Si bien la cifra estimada varía, el costo de la seguridad suma con el tiempo.

Entre los fideicomisos de la familia real, el antiguo salario de Markle y sus próximos acuerdos, la pareja seguramente podrá cubrir sus gastos y más.

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